El Hospital San Juan de Dios de Córdoba ha realizado con éxito, en colaboración con Grupo Corpal, dos implantes percutáneos de prótesis valvulares a sendos pacientes que recibieron el alta en el tiempo previsto y se recuperan según lo estipulado.
Ese tipo de técnica, que se conoce bajo el nombre de TAVI, se utiliza en aquellos pacientes que tienen una estenosis aórtica sintomática y requieren un reemplazo valvular quirúrgico, pero no reúnen las condiciones precisas para someterse a una intervención quirúrgica, por contar con enfermedades asociadas que la dificultan o definitivamente las impiden. Con esta implantación los pacientes mejoran sus síntomas, así como la calidad de vida y su supervivencia.
Y es que esta enfermedad produce un estrechamiento de la válvula aórtica, que es por la que sale la sangre desde el corazón hacia la arteria aorta para desde ahí distribuirse por todas las arterias del organismo. Este estrechamiento hace que el flujo de sangre que se distribuye al organismo sea mucho menor que el necesario y produce síntomas como molestias torácicas, dificultad respiratoria, fatiga, palpitaciones o síncope (desmayo).
El proceso TAVI es el implante de una nueva válvula (biológica) sobre la válvula defectuosa sustituyéndola. Este procedimiento se realiza mediante un cateterismo cardiaco parecido al que se realiza en casos de infarto de miocardio. Mediante un catéter a través de la arteria femoral, se transporta la nueva válvula plegada, hasta colocarse justo a la altura de la válvula aórtica deteriorada. A continuación, la válvula se despliega, aplastando a la vieja válvula y sustituyéndola, devolviendo a la normalidad el flujo sanguíneo.
Tras la intervención, los pacientes permanecen una media de 24 horas en la Unidad de Cuidados Intensivos, para pasar posteriormente a la planta de hospitalización y de ahí a su domicilio.
