Una treintena de trabajadores de diferentes servicios del hospital San Juan de Dios de Córdoba han participado hoy en el Taller ‘Yoga para el Cuidado de los Profesionales de la Salud’, que ha tenido lugar en el hall del salón de actos del centro. El objetivo de esta iniciativa, que profundiza en la filosofía de humanización de los cuidados de la Orden, es el de mejorar el bienestar de sus profesionales y ofrecer pautas básicas de relajación para afrontar la intensidad que conlleva el trabajo diario.
Según destaca José Carlos Igeño, jefe del Servicio de Medicina Intensiva y Urgencias del centro de la Orden Hospitalaria y promotor de esta iniciativa, “en San Juan de Dios realizamos una atención y un cuidado centrado en las personas, y para nosotros las personas no solo son los pacientes y sus familias, sino también los profesionales. Si cuidamos de ellos, se sentirán valorados y felices, y proporcionarán siempre la máxima calidad y calidez a sus pacientes.”
En este sentido, esta actividad supone un paso más en la implementación de medidas que ayudan a prestar una atención más humanizada y que se desarrollan en diversos servicios del hospital y en colaboración con iniciativas como la del Proyecto Internacional HU-CI de Humanización de los Cuidados Intensivos.
Pautas básicas
Durante el desarrollo del taller, impartido por Luis Manuel Ruiz Monserrat, profesor de Hatha Yoga Sivananda y Ashtanga Vinyasa, los asistentes han realizado una práctica sencilla orientada a la relajación y el bienestar mediante la respiración y el ejercicio de posturas (asanas). En el mismo, han participado médicos, enfermeros, auxiliares y personal de administración del hospital, que se han beneficiado de las bondades de esta práctica milenaria que está reconocida por la Unesco como patrimonio inmaterial de la humanidad.
Entre los profesionales de la salud, además, la práctica del yoga ha demostrado, mediante diversos estudios clínicos, una mejora de la forma física, disminución del estrés y el agotamiento emocional, mejora del sueño y el autocuidado y una regulación de la tensión arterial. De hecho, antes de iniciar la práctica y después, se ha procedido a medir los valores de presión arterial y ritmo cardíaco de los participantes para ver en qué medida estos han mejorado tras la actividad.