Hospital San Juan de Dios

Qué es la psoriasis y cómo abordarla

La psoriasis es una enfermedad inflamatoria crónica de la piel no contagiosa, que puede manifestarse en diferentes grados y que según los estudios más recientes, afecta a 1,4 por ciento de la población española. La dermatóloga Victoria Amorrich, del Hospital San Juan de Dios de Córdoba, especialista en esta patología explica en qué consiste y cómo abordarla. Amorrich señala que la enfermedad puede aparecer a cualquier edad, aunque entre los 15 y los 35 años se registran más casos e insiste en que su etiología es multifactorial, es decir, «hay una predisposición genética, y se desencadena o agudiza como consecuencia de diferentes factores ambientales. Al ser una enfermedad genética, existe cierta agregación familiar; es decir, hay más riesgo de presentar psoriasis si uno de los padres presenta la enfermedad, y todavía más riesgo si los dos padres la presentan”. Lo que sí está claro es que factores ambientales, (el otoño y la primavera son épocas de brotes), el estrés, traumatismos, algunos medicamentos, el tabaco o el alcohol contribuyen a que ésta se agudice. ¿Cómo se manifiesta? La psoriasis, explica la doctora, cursa a brotes y se manifiesta clínicamente por placas rojizas con descamación blanca, más frecuente en zonas como codos, rodillas y cuero cabelludo. La mayoría de casos suelen ser leves y presentan una afectación limitada pero hasta un 20% de pacientes desarrollan una afectación moderada y un 10% una afectación grave. Esto repercute tanto física como emocionalmente en el paciente, con una disminución importante de la calidad de vida. Precisamente el estigma que puede provocar el que los pacientes se sientan rechazados por esta afección de la piel y el hecho de que es considerada una enfermedad sistémica, que además de afectar a la piel o las uñas se asocia a enfermedades cardiovasculares, alteraciones endocrino-metabólicas y trastornos psicológicos, como ansiedad o depresión, hace necesario que en determinados pacientes se precise un abordaje multidisciplinar. «Cada paciente es un caso y requiere un tratamiento muy individualizado pues la respuesta al tratamiento y la evolución es muy distinta», asegura la dermatóloga quien insiste en que no se trata de una enfermedad contagiosa, ni tampoco vinculada a hábitos de higiene. ¿Qué hacer ante un brote? La doctora Amorrich es clara al indicar que, cuando se presente un brote, en primer lugar hay que evitar que se extienda y se debe acudir al dermatólogo para iniciar el tratamiento. Como medidas preventivas, se pueden controlar factores que desencadenan estos brotes como el tabaco o el alcohol y realizar ejercicio físico, terapias de yoga o meditación para aminorar el estrés que también desencadena estas fases agudas de la enfermedad. Puesto que dependiendo del paciente, estos episodios pueden resultar dolorosos o provocar picor, en los casos de psoriasis más severa también es importante mantener la hidratación en la zona afectada. ¿Cuál es su tratamiento? Según explica la Dra. Victoria Amorrich, el tratamiento incluye desde medicamentos de uso tópico, en los casos más leves, hasta abordajes con fototerapia o terapias sistémicas clásicas y terapias biológicas en aquellos casos con afectación moderada grave, ya que actúan directamente en el sistema inmunitario y consiguen una mejora evidente de la sintomatología.

La psoriasis es una enfermedad inflamatoria crónica de la piel no contagiosa, que puede manifestarse en diferentes grados y que según los estudios más recientes, afecta a 1,4 por ciento de la población española. La dermatóloga Victoria Amorrich, del Hospital San Juan de Dios de Córdoba, especialista en esta patología explica en qué consiste y cómo abordarla.

Amorrich señala que la enfermedad puede aparecer a cualquier edad, aunque entre los 15 y los 35 años se registran más casos e insiste en que su etiología es multifactorial, es decir, «hay una predisposición genética, y se desencadena o agudiza como consecuencia de diferentes factores ambientales. Al ser una enfermedad genética, existe cierta agregación familiar; es decir, hay más riesgo de presentar psoriasis si uno de los padres presenta la enfermedad, y todavía más riesgo si los dos padres la presentan”.

Lo que sí está claro es que factores ambientales, (el otoño y la primavera son épocas de brotes), el estrés, traumatismos, algunos medicamentos, el tabaco o el alcohol contribuyen a que ésta se agudice.

¿Cómo se manifiesta? La psoriasis, explica la doctora, cursa a brotes y se manifiesta clínicamente por placas rojizas con descamación blanca, más frecuente en zonas como codos, rodillas y cuero cabelludo. La mayoría de casos suelen ser leves y presentan una afectación limitada pero hasta un 20% de pacientes desarrollan una afectación moderada y un 10% una afectación grave. Esto repercute tanto física como emocionalmente en el paciente, con una disminución importante de la calidad de vida.

Precisamente el estigma que puede provocar el que los pacientes se sientan rechazados por esta afección de la piel y el hecho de que es considerada una enfermedad sistémica, que además de afectar a la piel o las uñas se asocia a enfermedades cardiovasculares, alteraciones endocrino-metabólicas y trastornos psicológicos, como ansiedad o depresión, hace necesario que en determinados pacientes se precise un abordaje multidisciplinar.

«Cada paciente es un caso y requiere un tratamiento muy individualizado pues la respuesta al tratamiento y la evolución es muy distinta», asegura la dermatóloga quien insiste en que no se trata de una enfermedad contagiosa, ni tampoco vinculada a hábitos de higiene.

¿Qué hacer ante un brote? La doctora Amorrich es clara al indicar que, cuando se presente un brote, en primer lugar hay que evitar que se extienda y se debe acudir al dermatólogo para iniciar el tratamiento. Como medidas preventivas, se pueden controlar factores que desencadenan estos brotes como el tabaco o el alcohol y realizar ejercicio físico, terapias de yoga o meditación para aminorar el estrés que también desencadena estas fases agudas de la enfermedad.

Puesto que dependiendo del paciente, estos episodios pueden resultar dolorosos o provocar picor, en los casos de psoriasis más severa también es importante mantener la hidratación en la zona afectada.

¿Cuál es su tratamiento? Según explica la Dra. Victoria Amorrich, el tratamiento incluye desde medicamentos de uso tópico, en los casos más leves, hasta abordajes con fototerapia o terapias sistémicas clásicas y terapias biológicas en aquellos casos con afectación moderada grave, ya que actúan directamente en el sistema inmunitario y consiguen una mejora evidente de la sintomatología.

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