Hospital San Juan de Dios

Lleno total en las Jornadas «Cuídate» del Hospital de Córdoba

El Hospital San Juan de Dios de Córdoba llenó el aforo en la 2ª edición de las Jornadas «Cuídate», dedicadas a informar al ciudadano sobre su salud. Más de un centenar de personas acudieron a la charla de dos especialistas sobre las varices, temática que centró el encuentro.  El evento pretende ser un foro de información y debate directo entre el médico especialista y el ciudadano sobre las enfermedades más comunes.El 100 por 100 de los seres humanos padece insuficiencia venosa. Es, según los especialistas “el tributo que pagamos por la bipedestación” (andar con las extremidades inferiores). En el 50% de los casos esta insuficiencia se manifiesta en varices, una complicación que se produce como consecuencia de la dilatación de las venas, incapaces de retornar la sangre al corazón. Además de la evidencia estética, se producen síntomas como pesadez, hinchazón, picor o calambres. En algunos casos, la piel puede oscurecerse y pueden aparecer úlceras. El director médico del Hospital, José María de la Lama, afirmó en su introducción a la charla que “se calcula que unos 30.000 cordobeses sufren varices severas”, un problema que puede derivar en patologías más graves si no se tratan adecuadamente, como trombosis, hemorragias por rotura o úlceras, hasta, en el peor de los casos, una embolia pulmonar. El 30% del origen de las venas varicosas tiene que ver con la genética. El resto, según expuso ayer el cirujano cardiovascular del Hospital San Juan de Dios, Miguel Ángel García Jiménez,  “está provocada por factores como el sedentarismo, el contacto con altas temperaturas o por permanecer muchas horas de pie. Otro factor determinante es la obesidad. García Jiménez advirtió de que “no existe ningún tratamiento definitivo, solo paliativo” y recomienda “una profilaxis permanente” que consiste “en mantener el peso, no exponerse al calor del sol o de los braseros, hacer ejercicios que impliquen el movimiento de la planta del pie y la pantorrilla”. Por su parte, la cirujana Gepkeline Bunschoten explicó que las personas más expuestas a padecer varices son, independientemente del sexo, amas de casa, cocineros, camareros, cirujanos o profesores, es decir aquellas que están obligadas a pasar mucho tiempo de pie. Los tratamientos para las varices consiguen hacer desaparecer algunas venas, pero a corto o medio plazo reaparecerán otras. Existen técnicas quirúrgicas que atajan de manera directa las varices. Por un lado está la safenectomía o la cirugía clásica, que consiste en arrancar la vena. Es la opción más invasiva porque requiere anestesia y postoperatorio. Otras más avanzadas son la escletorerapia, que consiste en inyectar un líquido para cerrar la vena. Esta técnica necesita varias sesiones. Por último está la Radiofrecuencia, una terapia innovadora y alternativa a la cirugía convencional que se basa en la aplicación de una energía en forma de calor a través de un catéter bipolar. A diferencia de la cirugía convencional, la radiofrecuencia preserva el drenaje fisiológico inguinal y reduce la formación de nuevas venas. El paciente vuelve a casa después de la sesión y podrá continuar con su vida normal porque apenas hay incisión y no se producen hematomas. Asismismo, la radiofrecuencia no tiene efectos secundarios. 

El Hospital San Juan de Dios de Córdoba llenó el aforo en la 2ª edición de las Jornadas «Cuídate», dedicadas a informar al ciudadano sobre su salud. Más de un centenar de personas acudieron a la charla de dos especialistas sobre las varices, temática que centró el encuentro.
 

El evento pretende ser un foro de información y debate directo entre el médico especialista y el ciudadano sobre las enfermedades más comunes.El 100 por 100 de los seres humanos padece insuficiencia venosa. Es, según los especialistas “el tributo que pagamos por la bipedestación” (andar con las extremidades inferiores). En el 50% de los casos esta insuficiencia se manifiesta en varices, una complicación que se produce como consecuencia de la dilatación de las venas, incapaces de retornar la sangre al corazón. Además de la evidencia estética, se producen síntomas como pesadez, hinchazón, picor o calambres. En algunos casos, la piel puede oscurecerse y pueden aparecer úlceras.

El director médico del Hospital, José María de la Lama, afirmó en su introducción a la charla que “se calcula que unos 30.000 cordobeses sufren varices severas”, un problema que puede derivar en patologías más graves si no se tratan adecuadamente, como trombosis, hemorragias por rotura o úlceras, hasta, en el peor de los casos, una embolia pulmonar.

El 30% del origen de las venas varicosas tiene que ver con la genética. El resto, según expuso ayer el cirujano cardiovascular del Hospital San Juan de Dios, Miguel Ángel García Jiménez,  “está provocada por factores como el sedentarismo, el contacto con altas temperaturas o por permanecer muchas horas de pie. Otro factor determinante es la obesidad. García Jiménez advirtió de que “no existe ningún tratamiento definitivo, solo paliativo” y recomienda “una profilaxis permanente” que consiste “en mantener el peso, no exponerse al calor del sol o de los braseros, hacer ejercicios que impliquen el movimiento de la planta del pie y la pantorrilla”.

Por su parte, la cirujana Gepkeline Bunschoten explicó que las personas más expuestas a padecer varices son, independientemente del sexo, amas de casa, cocineros, camareros, cirujanos o profesores, es decir aquellas que están obligadas a pasar mucho tiempo de pie.

Los tratamientos para las varices consiguen hacer desaparecer algunas venas, pero a corto o medio plazo reaparecerán otras. Existen técnicas quirúrgicas que atajan de manera directa las varices. Por un lado está la safenectomía o la cirugía clásica, que consiste en arrancar la vena. Es la opción más invasiva porque requiere anestesia y postoperatorio.

Otras más avanzadas son la escletorerapia, que consiste en inyectar un líquido para cerrar la vena. Esta técnica necesita varias sesiones. Por último está la Radiofrecuencia, una terapia innovadora y alternativa a la cirugía convencional que se basa en la aplicación de una energía en forma de calor a través de un catéter bipolar. A diferencia de la cirugía convencional, la radiofrecuencia preserva el drenaje fisiológico inguinal y reduce la formación de nuevas venas. El paciente vuelve a casa después de la sesión y podrá continuar con su vida normal porque apenas hay incisión y no se producen hematomas. Asismismo, la radiofrecuencia no tiene efectos secundarios.
 

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