El doctor Alberto Candau junto a su equipo en la consulta de la Unidad de Trasplante Capilar
El Hospital San Juan de Dios de Córdoba ha puesto en marcha la Unidad de Trasplante Capilar de la mano del doctor Alberto Candau, especialista en cirugía oral y maxilofacial, máster en cirugía estética y presidente de la Sociedad Española de Cirugía Plástica Facial. Este nuevo servicio realiza un abordaje multidisciplinar del paciente, tanto desde el punto de visto físico, como psicológico, así como también tratamientos personalizados, con diferentes técnicas, que se adaptan a todas las necesidades en casos de alopecia.
Según explica el doctor Candau “es fundamental que este tipo de intervención se realice en un ámbito hospitalario, con profesionales médicos especializados y todas las garantías sanitarias. Aunque se trata de cirugía ambulatoria, que no requiere ingreso, y que se realiza con anestesia local, es una intervención larga (de entre 5 y 10 horas) y hay que garantizar que se tienen los medios humanos y tecnológicos necesarios para evitar todas las adversidades que pudieran surgir”.
En concreto, la intervención supone una ‘cirugía de semilla’, es decir, se extrae forículo a forículo de las zonas en las que el pelo es más abundante y se injerta en aquellas donde no hay, con un resultado permanente.
Actualmente, el tramo de edad que cuenta con una mayor demanda de trasplante capilar oscila entre los 18 y los 45 años, asegura Alberto Candau quien añade que son muchos los avances tecnológicos que se han producido en este campo, que cada vez está más desarrollado. De ahí que el especialista reseñe la importancia de que esta intervención esté realizada por un equipo médico, que conozca a la perfección todos estos avances y garantice la seguridad del paciente.
Al margen del trasplante, esta unidad realiza también tratamientos de tricopigmentación dirigidos a aquellos pacientes que cuentan con una alopecia difusa, es decir, que tienen una pérdida progresiva del cabello. Con este método se tatúan pelo a pelo zonas de la cabeza o las cejas para dar una sensación de densidad mayor, sin necesidad de trasplante. Es frecuente, según afirma el doctor Candau, en mujeres y pacientes que han recibido tratamientos de quimioterapia y radioterapia que le han producido una pérdida temporal del cabello.