El hospital San Juan de Dios de Córdoba acaba de recibir la renovación de su certificación de calidad en nivel avanzado según los criterios de evaluación de la Agencia de Calidad Sanitaria de Andalucía (ACSA) un logro que demuestra el compromiso de su equipo con la mejora continua y la calidad de los servicios que presta a su población de referencia.
Durante el acto de entrega de la certificación, que ha estado presidido por la delegada territorial de Salud, María Ángeles Luna y el director gerente de la ACSA, Antonio Torres, el director gerente del hospital cordobés, Manuel González, ha destacado el esfuerzo de los trabajadores y su labor diaria fruto de la cual se ha conseguido renovar este estándar de calidad por tercera vez consecutiva y ha hecho hincapié en que, aún sin estar establecido entre los ítems evaluables, el informe de acreditación destaca como fortaleza la humanización en la atención a los usuarios, en todas sus vertientes. De igual manera, ha felicitado a la Junta de Andalucía por la apuesta por la calidad en sus servicios de salud que supone el contar con una Agencia cuyos sistemas de evaluación están avalados a nivel internacional.
Por su parte, el Hermano Superior, Isidoro de Santiago O.H. ha destacado que el camino hacia la excelencia, apuesta clara del centro de la Orden Hospitalaria, no tendría sentido sin la calidez que le caracteriza y ha agradecido igualmente a todos los colaboradores «su empeño en el día a día» para seguir manteniendo estos criterios de calidad.
Tan solo 13 hospitales de los 106 de toda Andalucía cuentan con la acreditación que ha renovado el centro cordobés y que fue conseguida por primera vez en 2005, lo que le convertía en el primer centro privado de Andalucía en obtenerla.
Durante el proceso de certificación, se han medido 144 estándares de calidad referidos a la organización de la actividad, la accesibilidad y continuidad de la atención, los derechos de los usuarios o la seguridad de los procesos, de entre los que destacan como principales fortalezas señaladas por los evaluadores de la ACSA áreas como la seguridad del paciente, la humanización de los cuidados, la implicación de los profesionales, la protocolización de la actividad o el control de equipos y servicios de soporte.
En este sentido, el informe de evaluación ha puesto en valor el confort de los espacios asistenciales de la zona de pediatría del hospital, que están especialmente diseñados para minimizar el impacto negativo de la hospitalización y humanizar la asistencia a los niños. Con la misma finalidad, en otras áreas de consultas se han habilitado espacios de tránsito interno para los profesionales, que han permitido mejorar el orden y la comodidad en la atención al usuario.
Los esfuerzos para ofrecer una atención más humana y confortable se acompañan de mecanismos de control de la actividad que aseguran su calidad y seguridad. Así, en servicios de especial relevancia, como Urgencias y Cuidados Críticos, los procesos asistenciales están claramente definidos en protocolos de actuación que son evaluados periódicamente y que han evidenciado buenos resultados en los tiempos de respuesta asistenciales, la continuidad de la asistencia y el control de las infecciones nosocomiales. En este último ámbito, cabe destacar la elaboración periódica y sistemática de informes de validación de las condiciones ambientales de los quirófanos, que asegura su adecuado control y seguimiento, y contribuyen a reducir las infecciones relacionadas con la asistencia sanitaria.
En ámbito quirúrgico, el hospital también ha incorporado hojas de ruta que han permitido mejorar la continuidad asistencial y la accesibilidad de los registros, y ha implantado un sistema de trazabilidad para su central de esterilización que garantiza las condiciones adecuadas de asepsia y seguridad en relación al material quirúrgico utilizado.
En términos más generales, se han resaltado el control sistemático y la vigilancia técnico-legal de las instalaciones del centro, así como un adecuado soporte documental de estas actuaciones, que garantizan las condiciones de seguridad de la infraestructura y de las instalaciones del hospital.
Finalmente, cabe destacar el diseño de nuevos circuitos asistenciales en el Área de la Mujer, que han conseguido reducir los tiempos de espera de las mujeres gestantes y en proceso de parto, y la implantación del protocolo para la donación de la sangre del cordón umbilical del recién nacido.