El cáncer de mama posparto, definido como aquel que se diagnostica hasta 10 años después de haber sido madre, presenta una creciente incidencia y un pronóstico especialmente agresivo comparado con otros tipos de cáncer de mama. Aunque no se dispone de cifras globales específicas para este tumor que aparece en el periodo posparto, su clasificación reciente como categoría distinta y estudios desarrollados en la provincia de Córdoba muestran que el cáncer de mama posparto supone a día de hoy el 60% del cáncer de mama diagnosticado en mujeres menores de 45 años. Estamos hablando de una cifra de entre 80 y 100 casos al año en una población como la de Córdoba y provincia (700.000 habitantes).
Importancia de la Detección y Factores de Riesgo
La incidencia de este tipo de cáncer ha ido en aumento, impulsada posiblemente por tendencias demográficas como el retraso en la edad del primer embarazo y la lactancia.
Investigaciones recientes, basadas en datos obtenidos de la participación de casi 4.000 mujeres en la encuesta «Cáncer de mama posparto» indican que la edad avanzada en el primer parto (a partir de los 35 años) se asocia con un riesgo elevado de desarrollar cáncer de mama después del parto, en comparación con aquellas que tienen su primer parto a una edad más joven; e inciden en la importancia de seguir las recomendaciones de la OMS sobre la duración de la lactancia materna atendiendo al factor protector que ésta ejerce en la madre.
El aumento en la incidencia también se atribuye a cambios en los factores de estilo de vida y posiblemente a una mayor conciencia y mejora en los métodos de diagnóstico. Sin embargo, la especificidad de los cambios hormonales y fisiológicos que ocurren durante el embarazo y el posparto también juegan un papel crítico, introduciendo complejidades en la detección y el tratamiento de este subtipo de cáncer.
Si bien las evidencias epidemiológicas son sólidas se desconocen los mecanismos moleculares implicados, aspecto considerado fundamental para el inicio de estrategias encaminadas a establecer un diagnóstico precoz.
Innovaciones y Esperanza: Proyecto HERA en Córdoba
Ante las dudas existentes dentro de la comunidad científica en torno al cáncer y su relación con el parto y la lactancia, el Grupo de Nuevas Terapias en Cáncer del IMIBIC liderado por el Dr. Juan de la Haba y la Dra. Silvia Guil, ha puesto en marcha el Proyecto Hera (proyectohera.es), una innovadora investigación que tiene como objetivo identificar en la leche materna biomarcadores moleculares que permitan un diagnóstico precoz del cáncer de mama posparto.
Ver video https://youtu.be/22kf9gqmPgE
La leche materna, que contiene una rica mezcla de biomoléculas, proporciona un medio único para detectar cambios celulares que podrían indicar el desarrollo temprano de cáncer. Este proyecto no solo puede ayudar en la detección temprana sino también en la identificación de poblaciones de alto riesgo para cáncer de mama posparto, basándose en perfiles biomarcadores específicos. La capacidad de identificar a estas mujeres en riesgo antes de que se manifieste la enfermedad abre nuevas vías para el diagnóstico precoz, la prevención y el tratamiento personalizado, lo cual es fundamental para mejorar los resultados del tratamiento y la supervivencia.
Hasta el momento, esta investigación ha recogido muestras de más de 400 mujeres lactantes en los 4 centros de recogida disponibles (Hospital Reina Sofía, Hospital San Juan de Dios y los centros de salud de Poniente y Levante Sur); pero se necesita de la participación de al menos 2.000 madres para poder llegar al número de muestras requeridas para el estudio. Toda mujer lactante interesada en formar parte de este proyecto puede informarse y solicitar su cita a través de la web www.proyectohera.es .
Un proyecto de ciudad
El proyecto Hera cuenta con la financiación del Instituto de Salud Carlos III, cofinanciado por la Unión Europea y el respaldo científico de la Sociedad Andaluza de Oncología Médica (SAOM).
Este proyecto se ha convertido en un proyecto de ciudad tanto por el nivel de compromiso y colaboración de las madres, como por la enorme red de investigadores y profesionales del ámbito sanitario implicados (Hospital Reina Sofía, Hospital San Juan de
Dios, Centros de Atención Primaria y Biobanco); así como el apoyo de las asociaciones y colectivos que a diario trabajan con las madres lactantes (Banco de leche, Almamar, COMAT) y de empresas e iniciativas que aportan parte de la economía que lo hace posible (COVAP y En qué te puedo ayudar)
Conclusión
El cáncer de mama posparto es un desafío creciente que requiere de una atención y recursos específicos para poder investigar y aportar respuestas a todas esas preguntas que rodean al cáncer en un periodo tan especial y delicado como es la maternidad.
Con iniciativas como la encuesta epidemiológica sobre el cáncer de mama posparto y el proyecto HERA impulsadas desde el Instituto Maimónides de Investigaciones Biomédicas, estamos avanzando hacia un futuro en el que podremos identificar a la población en riesgo de padecer un cáncer de mama posparto, establecer estrategias de diagnóstico precoz y desarrollar tratamientos personalizados que mejoren su abordaje y pronóstico.
Este esfuerzo conjunto entre investigadores, profesionales del ámbito sanitario y la sociedad es esencial para seguir generando conocimiento en el diseño de nuevas estrategias para la prevención y el tratamiento del cáncer de mama posparto.