Las varices, o insuficiencia venosa crónica, afectan aproximadamente a un 30 por ciento de la población española, según los datos de la Sociedad Española de Angiología y Cirugía Vascular, siendo más prevalente conforme avanza la edad.
Teniendo en cuenta que la esperanza de vida cada vez es mayor y que los hábitos sedentarios se han instalado en nuestra forma de vida, esta patología es cada vez más frecuente, aunque no siempre al mismo nivel, ya que se puede presentar tanto como pequeñas arañas vasculares, como con graves lesiones.
En cualquier caso, son muchos los avances en el tratamiento de las varices que se han presentado en los últimos años y que permiten abordar este problema de manera poco invasiva y sin necesidad de anestesia. Una de estas últimas técnicas, que en el hospital San Juan de Dios de Córdoba lleva a cabo la doctora Gepkeline Bunschoten, especialista en este procedimiento, es el tratamiento con VenaSeal.
¿Qué es VenaSeal?
Venaseal es un pegamento biocompatible que sella la vena sin necesidad de anestesia o baja laboral, cuya administración ni siquiera requiere medias de compresión o vendajes posteriores “con lo que el paciente sale prácticamente andando”, explica la doctora Bunschoten.
Se trata de un adhesivo médico especialmente formulado de liberación endovenosa para cerrar la vena, sin utilizar calor, con lo que se elimina totalmente el riesgo de lesionar los nervios durante el tratamiento, y totalmente seguro para el paciente. De hecho, diversos estudios clínicos han demostrado su seguridad y eficacia.
Además de todas estas ventajas, la recidiva tras tratamiento con pegamento, es decir, la posibilidad de que las varices vuelvan a aparecer, es solo de entre el 2 y el 5 por ciento, un porcentaje que se espera vaya disminuyendo conforme pasen los años y la técnica esté más asentada.
¿Se pueden prevenir las varices?
A pesar de que son muchos los factores que intervienen en la aparición de las varices, existen algunas medidas de prevención que pueden tomarse y que pueden ayudar a evitar su aparición.
En este sentido, la doctora Bunschoten recomienda, ante todo, adoptar medidas medidas físico-dietéticas como:
-Control de peso
– Práctica regular de ejercicio que favorece el retorno venoso, tal como caminar, natación, o bicicleta y cualquier otro movimiento que favorezca el desarrollo y el bombeo de la musculatura gemelar.
– Corregir alteraciones ortopédicas y evitar el estreñimiento
– El uso de medias de compresión normal, sobre todo en caso de trabajos durante los cuales se está de pie o sentado durante muchas horas.